El sistema reproductor masculino crea el espermatozoide que es producido en los túbulos seminíferos en cada testículo. La cabeza del espermatozoide contiene el ADN, que al combinarse con el ADN del óvulo, creará un nuevo individuo, la punta corresponde a la porción llamada acrosoma que permite al espermatozoide penetrar en el óvulo y la parte media contiene la mitocondria que suministra la energía que la cola necesita para moverse. La cola tiene un movimiento en forma de látigo de un lado a otro para impulsar el espermatozoide hacia el óvulo. El espermatozoide tiene que alcanzar el útero y la trompa de Falopio con el fin de fertilizar el óvulo de la mujer.