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Descubiertos los marcadores de la Fecundidad Masculina

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Descubiertos los marcadores de la Fecundidad Masculina.

[/vc_column_text][vc_separator type=»small» position=»left» color=»#008f00″ up=»7″ down=»38″][vc_empty_space][vc_row_inner row_type=»row» type=»full_width» text_align=»left» css_animation=»»][vc_column_inner][vc_empty_space height=»20px»][vc_column_text]La reproducción es cosa de dos, pero la fecundidad depende de cada uno. Y, en los hombres, hasta ahora, la mejor manera de predecir el resultado era la observación directa de los espermatozoides. Pero un estudio que publica Human Reproduction puede cambiar este método, al describir por primera vez cuatro genes que condicionan la fecundidad masculina.

El trabajo lo han realizado el Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL) y la Fundación Puigvert. Para ello, se han centrado en el esperma de 68 donantes ‘jóvenes y sanos’ recogido en centros de fecundación asistida. Al ver los resultados conseguidos y estudiar los genes del esperma, se fue cerrando el círculo hasta identificar cuatro, que se asociaron con ‘individuos subfértiles‘. En verdad no se estudian los genes, que están en el núcleo celular, sino sus copias en forma de ARN, que está fuera y es más accesible. El resultado era cuatro veces más eficaz (una fiablidad del 82% frente al 23%) que los tradicionales análisis de semen que se hacen actualmente. Las conclusiones se validaron luego en otro grupo de voluntarios.

Los investigadores no han perdido el tiempo, y, aparte de la publicación del trabajo, ya han pedido una patente para el método de identificación de estos biomarcadores. Eso quiere decir que en este caso la posible utilización de este hallazgo está cerca, y que no se trata de esas investigaciones cuya importancia práctica está a años vista. El estudio ha sido coordinado por la investigadora del grupo de Genética Molecular Humana del IDIBELL, Sara Larriba, y el médico e investigador del servicio de Andrología de la Fundació Puigvert, Lluís Bassas.

Las aplicaciones son claras. Primero, permite seleccionar el esperma válido en las clínicas de reproducción asistida (en los ensayos se utilizó inseminación intrauterina). Pero el hallazgo va más allá, ya que es un indicador de las posibles causas que explican por qué esperma aparentemente sano no sirve con fines reproductivos.[/vc_column_text][/vc_column_inner][/vc_row_inner][vc_empty_space][vc_column_text]

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